La oración no es sólo una acción de la voluntad del hombre, también es una necesidad del alma. Por eso, se puede decir que la oración nos ayuda a elevar nuestra alma a Dios. La oración según una definición clásica la define como: "entrar en contacto con Dios, como un hijo con su Padre". Por lo tanto, la oración es la médula de la vida cristiana. Jesucristo no enseña el valor de la Oración Cristiana, cuando sus discípulos le dice:"Señor, ensañanos ha orar". Hablar con Dios es una gracia que él mismo nos regala por medio de su Espíritu Santo. La oarción es la elevación piadosa de nuestra mente, que hace el hombre para hablar con Dios. Así, la oración viene a ser la respuesta por la que aceptamos la oferta de amor que el Padre nos hace. Reconoce el supremo dominio de Dios sobre él y así lo honra y glorifica. (Continuara un diálogo con Jesús).